Construyendo una presencia online eficaz

  • Carles Marsal

Cultivar una presencia online efectiva es cuestión de saber dónde y cómo invertir nuestros esfuerzos. ¿Redes sociales, portales o página web? No todo es lo que parece.

Normalmente, cuando hablamos de presencia online, solemos pensar en las redes sociales, sobre todo por la cantidad de actividad y de ruido que generan, ¿pero es eso lo ideal? hay otras fórmulas, incluso más efectivas si lo que quieres es mostrar una imagen profesional e independiente con la que llegar a tus clientes potenciales.

El demonio de las redes sociales

Voy a seros totalmente sincero: odio las redes sociales. Así es, no me gustan nada porque bajo mi punto de vista lo tienen todo excepto el valor social. Para mi no son más que un escaparate sin filtro, donde hay que ser muy cauteloso con lo que uno ve, cree y comparte. La cantidad de contenido prefabricado para gustar y recibir aceptación de aquellos que no conocemos (ni nos conocen) y por los que perdemos un tiempo precioso que podríamos invertir en los que nos rodean realmente (por no mencionarnos a nosotros mismos), me da vértigo. Pero eso da para todo un capítulo, centrémonos, que me voy por las ramas. Odio las redes sociales, muy bien, pero también sé perfectamente que tienen un lado inequívocamente potente de exposición de nuestro perfil profesional. Sobre todo si nos dedicamos a la imagen y ahí es donde podemos sacarle provecho a ese demonio tan cambiante.

Hay que tener en cuenta que las redes sociales pueden ser un escaparate para nuestro trabajo, pero no las confundamos con un portfolio, no lo son. Las redes sociales nos permiten volcar contenido en la comunidad de esa red social, pero como en todas las redes sociales, habrá un sinfín de usuarios con perfiles del mismo campo y no, la calidad no es sinónimo de éxito. En las redes sociales entran muchos más factores, la cantidad, el formato (por ejemplo, los dichosos reels de Instagram que a los artistas nos van tan a la contra), la asiduidad, la interacción, etc. Quiero decir, que no hay una forma objetiva de tener éxito, es todo demasiado fortuito, impredecible y nada tiene que ver con hacer las cosas "bien" o ofrecer un contenido muy trabajado.

Por lo tanto, mi recomendación es que te centres en aquellas redes que veas que te funcionan, que tienen un cierto crecimiento y te devuelven seguidores de calidad. Así es, no necesitas tener miles de seguidores para que tu perfil te devuelva un rendimiento, sino una comunidad que interactúe contigo y tu contenido.

Y no te obsesiones ni te dejes atrapar por consejos de gurús o expertos, ni ellos tienen la certeza de como funciona el famoso "algoritmo" ni te pueden asegurar ningún tipo de éxito. Publica lo que quieras, cuando quieras, en el horario que quieras y de la forma que te apetezca. En cualquier momento se pueden cambiar las tornas y lo que antes funcionaba deja de hacerlo, así que mejor ser constante con la forma de hacer de cada uno: mantente fiel a ti mismo y a tu manera de exponerte.

Compitiendo en portales artísticos

Otra red social, con un formato distinto, más enfocado a mostrar portfolios (puesto que permiten la creación de estos) son los portales artísticos como Behance o Artstation.

¿En que se diferencian de las redes sociales habituales como Instagram o Tik Tok? Básicamente en su formato más profesionalizado y parecido a una página web a la hora de mostrar los perfiles de sus usuarios.

La ventaja que tienen es que no tienen tantos usuarios ni tan dispares (son más de nicho, en nuestro caso, artistas, diseñadores, fotógrafos, etc.). Te permiten mostrar tu contenido de una forma mucho más extensa y organizada, entrando en detalle en cada trabajo y organizándolos ya no como publicaciones, sino como proyectos.

A falta de una página web, este tipo de portales son una buena alternativa porque tienen lo bueno de una página web (mostrar tus trabajos de forma organizada y detallada) y lo bueno de las redes sociales a nivel de darte a conocer y obtener interacción.

Pero no todo son ventajas, el hecho de estar en un portal artístico implica que no te diferenciarás del resto de una forma explícita más que en el contenido de tu trabajo. Estructuralmente todos los perfiles serán iguales y se te mostrará junto con tantos otros artistas a menos que tu trabajo resulte tendencia o llame la atención de alguna forma.

En definitiva, la exigencia es inevitablemente mayor por el simple hecho de estar compartiendo escaparate con miles de personas que se dedican a lo mismo. Pero vale la pena, estos portales pueden ayudarte a ser descubierto por gente que realmente te están buscando con mayor probabilidad que en redes sociales no específicas, y eso, es un gran punto a favor.

La clave de una web personal

Sin lugar a dudas, el lugar donde afianzarás mejor a tus posibles clientes. Y es que lo que nos interesa no es tener miles de seguidores, y eso, es una trampa en la que es fácil caer. Lo que nos interesa realmente es que nos contacten por nuestro trabajo, para solucionar una necesidad, para cubrir un trabajo con nuestra profesionalidad.

La web personal te permite una diferenciación a todos los niveles:

  1. Estética: Podemos diseñarla como deseemos, darle un código visual propio que nos permita diferenciarnos y sobre todo, alinearnos con nuestra forma de ser y de mostrar nuestro trabajo. Desde la tipografía escogida, pasando por el equilibrio entre texto e imagen, botones, comportamientos y otros contenidos que marcan nuestra imagen.

  2. Jerarquía y orden: Es importantísimo saber desmenuzar la información, darla como queremos y no como nos exige una plataforma u otra. En una página web personal podremos ordenar todo nuestro contenido de la forma que deseemos, mostrando lo que queramos de la forma que nos parezca mejor.

  3. Posicionamiento: Un buen posicionamiento orgánico (SEO, seguro que te suena) nos ayudará, y mucho, a ser encontrados. En mi caso he tenido 5 versiones de mi web en las que he ido puliendo cada vez más el contenido para que funcione mejor, más optimizado y con mejores resultados. Básicamente he procurado poner contenido de interés, bien organizado y con un equilibrio texto / imagen lo suficiente atractivo para que apetezca leer. En esencia es cuestión de mostrar quiénes somos, qué hacemos, qué clientes han confiado en nosotros, nuestros mejores proyectos y cómo contactarnos, en ese orden.

  4. Profesionalidad: Sin duda, esa diferenciación, si está bien trabajada, acaba resultando en una forma de destacar sobre el resto por una imagen de profesionalidad. Si nuestra web está cuidada, muestra bien nuestro trabajo y sobre todo, explica adecuadamente quiénes somos y porqué somos una gran opción si se requiere de nuestros servicios, habremos logrado que nuestra presencia online de sus frutos.

A fin de cuentas, el resto de opciones son accesorias. Tener una web personal es la clave para llegar a nuestros clientes (prueba de ello es que la mayoría de mis nuevos clientes me llegan por esa vía). Las redes sociales, los portales artísticos, la publicidad, etc. son un apoyo con el que podemos lograr que nos conozcan más y en definitiva, ampliar las posibilidades de atraer a más público.

Evidentemente habrá perfiles de todo tipo, y más de uno basará su actividad en una red social, pero lo habitual y lo que suele llevar a confusión es que en la mayoría de casos no son el eje central. Revisa tu presencia online, es posible que redistribuyendo algunos esfuerzos obtengas mejores resultados.

¡Nos vemos pronto!

Carles.

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